sábado, 18 de julio de 2015

Arnoldo Iguarán "El guajiro de Riohacha"

Hasta hace escasamente un mes (le superó Radamel Falcao) figuraba como el máximo goleador de la historia de la selección colombiana con 24 dianas. Desarrolló su vida deportiva en su país, destacando sobre todo en Millonarios y también tuvo una breve estancia en Venezuela en las filas de Deportivo Táchira. Nacido el 18 de enero de 1957 en Riohacha (Colombia), se desempeñaba como delantero centro. Futbolista muy potente, rápido y explosivo, tenía fuerza, una enorme capacidad de desmarque y gran efectividad de cara a la meta contraria. Poseía un disparo muy fuerte y precioso y además también fue un magnífico cabeceador.  Se le conoció con los apelativos de El Guajiro o El Amigo del Gol.

Con el combinado cafetero
Inició su carrera deportiva en las filas de Cucutá Deportivo donde pronto se destapó como un fantástico artillero. En el cuadro rojinegro pasó tres campañas en las que compartió vestuario con los argentinos Juan Verón y Victorio Cocco, el charrúa Viera o los colombianos Domingo González y Sergio Santín y marcó 44 dianas en 156 partidos.
En 1982 recibió una oferta del conjunto venezolano de Deportivo Táchira y se fue a jugar por unos meses al país vecino tras pagar el equipo 250.000 dólares por su traspaso. Allí su llegada causó sensación pero un rendimiento no satisfactorio le hizo abandonar la disciplina de la entidad destino el Deportes Tolima. Con los pijaos apenas disputa una veintena de encuentros y unos meses más tarde firma por Independiente de Santa Fe.
Sin embargo su estancia en el equipo albirojo tampoco se prolonga mucho en el tiempo y en 1983 da el paso más importante de su trayectoria al enrolarse en Millonarios de Bogotá. Por entonces el plantel está dirigido por el uruguayo Mújica y en plantilla se encuentran entre otros Wilmer Cabrera, Alberto Vivalda, Nolberto Molina, Peluffo o Miguel Prince. En sus cuatro primeras temporadas vistiendo la elástica azul anota más de 40 dianas pero el equipo no logra título. América de Cali es el gran equipo de la época y únicamente en 1984 alcanzan una meritoria segunda posición final en el Campeonato colombiano.
Todo cambia a partir del año 1987 con Luis Augusto García en la parcela técnica. Millonarios se erige en dominador del balompié cafetero durante dos cursos consecutivos y conquista la Liga por delante de América de Cali y Atlético Nacional. Son tiempos de una enorme rivalidad precisamente con los verdolagas tanto en la competición doméstica como en la Libertadores. En el torneo continental Millonarios cuaja buenas actuaciones pero no consigue pasar de cuartos. En 1988 Iguarán es el mejor artillero de la Libertadores con 5 tantos y Millonarios no pasa del grupo de la primera fase pese a ser el conjunto con más goles en su haber. Mientras que en 1989 realiza una liguilla inicial excelente acabando líder pero en cuartos y tras haber eliminado a Bolívar es apeado por Atlético Nacional. 
El fabuloso artillero de Riohacha continúa en Millonarios hasta 1991 momento en el que estampa su firma en un contrato con Atlético Junior para jugar con ellos la Copa CONMEBOL de 1982. En dicha competición los rojiblancos caen en cuartos frente a Atlético Mineiro y retorna a Millonarios. Allí permanece dos temporadas más y en 1995 concluye su etapa azul tras 336 encuentros oficiales y 120 goles.
En 1995 y con 38 años toma la decisión de regresar al club que le vio nacer como futbolista profesional para colgar las botas. Vive dos temporadas completas en Cucutá Deportivo donde sigue haciendo lo que mejor sabe, marcar goles, y en 1997 y con 40 años se despide para siempre de los terrenos de juego.


Cucutá Deportivo 1981
Colombia 1989
Millonarios 1987



Con la selección colombiana fue internacional en 68 ocasiones marcando 24 goles. Hizo su estreno en un amistoso ante Perú en Lima que se saldó con una victoria de su país por la mínima. Su primer tanto se retrasó hasta el quinto choque, en un encuentro correspondiente a la Copa América de 1979. Los cafeteros se impusieron por 4-0 a Venezuela e Iguarán abrió el marcador con una diana a los 16 minutos. Colombia dirigida por el yugoslavo Vidinic ocupó el segundo puesto del grupo A tras Chile y no accedió a semifinales.
Tras la competición continental Iguarán tuvo que esperar cuatro años para volver a vestir la elástica amarilla. Regresó en un duelo amistoso previo a la Copa América de 1983 contra Polonia. Luego fue uno de los fijos del torneo aunque no sumó ningún tanto en su cuenta particular. Al igual que en la anterior edición Colombia alternó buenos días como ante los anfitriones en La Paz con otros en el que no dieron un buen nivel y cayeron frente a Perú. Sumaron cuatro puntos y volvieron a quedarse fuera de la lucha por el título.
El delantero participó ya en 1985 en las eliminatorias sudamericanas que otorgaban el pase al Mundial de México 1986. Encuadrados en el grupo A con Venezuela, Perú y Argentina finalizaron en tercera posición, lo que les llevó a un playoff con Paraguay donde resultaron eliminados tras un global de 4-2. Por entonces Iguarán aún no había tenido su explosión goleadora con el equipo nacional y apenas llevaba 4 goles en 20 partidos.
Su gran racha comenzó en la Copa América de 1987 con sede en Argentina donde se erigió mejor artillero del campeonato. En el debut de su selección en la competición ayudó con un tanto en el triunfo ante Bolivia pero el mejor día estaba por llegar. En la segunda jornada y en un duelo clave para Colombia abusó de Paraguay y su zaga con un hat-trick magnífico. Dos dianas en la primera mitad y otra nada más volver del descanso sirvieron en bandeja el liderato de grupo para los cafeteros. Sin embargo en el último obstáculo para la gran final Chile se cruzó en su camino y en una agónica prórroga apeó a Colombia. Unos días después los pupilos de Maturana doblegaron a Argentina con Iguarán en el banco y lograron la tercera plaza.
Los siguientes años de El Guajiro continuaron siendo muy productivos y anotó goles muy significativos como los obtenidos contra Uruguay en la Copa Gonzalo Jiménez o Argentina en un amistoso en Barranquilla. Además 1989 fue año de Copa América y por tercera vez disputó el gran torneo continental. Esta vez el sistema de competición dividió a las selecciones en dos grupos de cinco conjuntos y Colombia tuvo como rivales a Paraguay, Venezuela, Perú y Brasil. Titular en todos los partidos el ariete de Riohacha perforó la red venezolana en dos ocasiones y en una la peruana, pero ello no fue suficiente para que Colombia quedase entre los dos primeros de la liguilla.
Apenas un mes más tarde de terminar la Copa América las selecciones de la CONMEBOL volvieron a verse las caras en la calificación para el Mundial de Italia. El papel de Iguarán que consiguió cuatro goles en los mismos encuentros fue vital junto a varios compañeros como Higuita, Valderrama, Escobar o Leonel Álvarez para que Colombia alcanzase el primer puesto de su grupo. Ese lugar le dio la posibilidad de lograr un pasaporte a Italia tras un playoff con Israel. En Barranquilla una diana de Usuriaga dio ventaja a los colombianos y en Ramat Gan aguantaron el empate sin goles para retornar así a un Mundial tras 28 años de ausencia.
Al Mundial acudió entre algodones tras una lesión 20 días antes aunque fue uno de los once hombres que saltó al campo en el estreno ante los Emiratos Árabes Unidos. Colombia venció por 2-0 y empezó bien el torneo, aunque a continuación y con un Iguarán mermado cayeron contra Yugoslavia. En la tercera jornada no tuvo minutos contra Alemania Occidental y después de igualar a uno quedaron relegados al tercer lugar del grupo. En octavos de nuevo fue de la partida ante Camerún pero en una tarde aciaga cafetera tuvieron que hacer las maletas.
Su última participación en un torneo de prestigio fue la Copa América de 1991. Allí Colombia dio muestras del excelente nivel que alcanzaría los años posteriores y lideró su grupo por delante de Brasil y Uruguay. Iguarán recuperó sensaciones y marcó uno de los goles más importantes de su carrera en la victoria por 2-0 contra Brasil en Viña del Mar. Sin embargo en la fase final únicamente sumaron un empate contra Chile (con gol de Iguarán) y tras perder con Brasil y Argentina finalizaron en cuarta posición.
El punta cafetero se despidió del equipo nacional dos años más tarde, en un amistoso contra Venezuela celebrado en la capital colombiana.

En la actualidad vive en su localidad natal y dirige una Academia de Fútbol que lleva su nombre junto a su hermano Camilo.

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